
Las mariposas recojian esa parte inmaterial del humano en la que creen todas las religiones, y aleteaban con sus suaves movimientos hacia el cielo; para trasladarla hasta y junto al dios sol.
Las almas pasaban los días junto a su brillante divinidad, observando a los suyos, ayudando y acompañando al dios sol en sus rutinarias labores diarias. Hasta que pasaban esactamente cuatro años de su fallecimiento, momento en el que las almas se transformaban en mariposas y volaban libremente por el planeta, todo dentro de su religión mágica.
No deja de ser curioso que para los europeos cristianos y los americanos mayas las mariposas representaran igualmente ese paso del "alma" de la tierra hacia el mas allá, aún estando cada una a un lado del océano atlántico, y que, en teoría jamás habían tenía contacto el uno con el otro.


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