Por la fuerza de que dicen que lo prometido es deuda, empujo estas líneas, entre flashes que impiden la visión correcta, objetos que aparecen y desaparecen tras de ti, sin que seas capaz de entender qué o cómo; electrónica que se revela, cobra vida y quiere poseer tu alma. Mientras nubes grises cubren la luz natural cual manto demoníaco, entre niños a los que no les corresponde el rostro, niños incongruentes en sus actos; animales que gruñen y gritan, protegiendo lo suyo instintivamente sin aparente motivo; callejones que se estrechan en la carrera, la huida, de lo que no es lo que crees ver; intensificando la atmósfera de oscuridad y vacío de esperanzas. Porque esa tecnología te quiere, y quien la maneja te quiere, y si no te puede poseer te hará seguir sus marcas, cual Hansel y Gretel recogían migas de pan, pero en tu caso desconociendo quién las ha colocado, quién y porqué; y sin que ni siquiera tengas la necesidad de preguntártelo.
Son los vástagos del mal quienes te buscan, y Chris Cunningham, delirante director donde los haya, es quien a creado y les ha dado personalidad en este demencial video, apoyado nuevamente en el sonido de "Aphex Twin", como en el vídeo del elástico Jhonny que enseñé hace unas semanas. Chris creó este vídeo allá por 1997, llegando a un punto en que no se sabe si es el video para la música o la música para el video.
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