Continuamos con esta pequeña muestra de la automodificación humana llevada a límites que pasan con las dos piernas la línea, de lo generalizado entre los que gustan de personalizar su propio cuerpo, sea para la posteridad como un tatuaje o una dilatación de proporciones irreversibles; o temporales como piercings comunes y tatuajes de fin de semana, como son los de henna.Éticas y morales a parte; la modificación es para ganar en sensualidad, en agresividad, en caracter, para ocultar, para expresar, para chulear, para seguir una moda, o alejarse de ella, también para crearlas dentro del propio movimiento, para nada, para todo, aunque esto suene a simple; pero son miles los motivos, miles las motivaciones. Como miles de mentes y pensares diferentes que andan sin cadenas ni correas entre aceras sucias, semáforos que cantan repetitivas y tristes melodías, perros que cagan donde tu pisas y miles de rostros iguales que pasan uno tras otro como si de copias del anterior viandante se tratase. Pero carentes de las ataduras sociales que impedirían normalmente al resto de mortales humanos llevar a cabo estas ediciones carnales extremas.
La cultura de la modificación corporal, en todos sus ámbitos, cuenta con unas arcas incalculables, incalculables los beneficios, porque con la velocidad que ha crecido el movimiento y los precios abusivos para quien de moda trata el tema ha hecho ganar muchísimo dinero a muchísima gente, buena y creativa del negocio, o a quien ha sabia ver eso, el negocio. Como dificil, como pienso yo, que calcular cuan cantidad de la población es modificador de su apariencia vital externa. Cuentan en CuerpoyArte que el 36% de la población, lo que sería 1 de cada 8 personas cuentan con tatuajes. Que personalmente creo que será bastante superior hoy en día puesto que la noticia es de 2009.
1 comentario:
La gente está lokaaaaaaa
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